Mi propósito con esta andadura es expresar mi visión y opinión, extravagantes o no, sobre aspectos de la vida, usando la coctelería como metáfora. Para ello voy a crear mi recetario personal de coctelería.

Mi vida ha estado girando en torno a la coctelería desde hace ya algunos años. Empecé en esto por casualidad y, desde el principio, ha sido un mundo que me ha fascinado. No sólo por el espectáculo que conlleva su elaboración, sino también
porque es una vía a través de la cual se pueden expresar (y provocar) sensaciones y emociones, usando de una manera muy sutil los distintos sabores, olores, colores y formas.

En la coctelería, así como en la vida misma, hay que mezclar los ingredientes adecuados en su justa medida, para así obtener diferentes matices de cada momento. Y, en el saber mezclar los ingredientes, está el secreto del buen vivir.


TRANSLATE

EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

lunes, 29 de agosto de 2011

Tobago Spiced Swizzle, ¡ cómo me encantan los clásicos modernos!

Por más que pasen los años, que evolucionemos hacia el “Perfectus automatum sapiens.”
Será que estoy chapada a la antigua, que me gusta ilusionarme con que se pueden revivir épocas pasadas. Lo reconozco, vivo enamorada del encanto que desprendían esas etapas históricas en las que los galantes caballeros no dudaban en hacer alarde de sus zalamerías y galanterías. 
¿ Cómo resistirse a esos alardes de galantería?
¿ Quién no se rinde ante un clásico caballero? Esos que te abren la puerta para que la dama entre primero... Porque hay que recalcar que cuando de seducción se trata, tratamos siempre con caballeros y damas.
Pero mira que es harto difícil toparse con alguno de esos clásicos caballeros, por ello me encanta dejarme llevar de la mano de Morfeo y soñar, y soñar... ¡¡ Uppss!! ¿ Dónde estoy? ¡ Ah! Es mi sueño de esta noche...
Lugar del sueño: Boutique Bar en el Ohla Hotel.
Mi caballero para esta velada: Giuseppe Santamaría. Estilo clásico con nuevos y refrescantes aires. Moderno sin restar elegancia en ningún momento. Movimientos precisos y sincronizados, armónicos en definitiva.

Un claro ejemplo de cómo no hace falta alardear de ellos para dejar patente la caballerosidad y la galantería.
El cóctel de este mi sueño,  su Tobago Spiced Swizzle.
Cóctel con el que Giuseppe Santamaría compite en el Angostura Global Cocktail Challenge 2012 España y con el que conquistará a todos os lo aseguro.
Los ingredientes de este Tobajo Spiced Swizzle son :
Ron Angostura Añejo, algo esencial en un seductor clásico,masculinidad con aroma discreto, sutil pero irresistiblemente seductor; aroma a vainilla, chocolate y especias.
Un ron rico, maduro y suave. Un destilado donde los matices del ron quedan tan suavizados.
Angostura Bitter, porque no olvido que, a pesar de que no me pueda resistir a tus encantos, eres un seductor, he ahí la cruda realidad.
Lima fresca, la mejor manera de sobrellevar las cosas, frescura con un toque de acidez.
Sirope de canela, toque erótico y afrodisíaco qu en podía faltar en todo acto de seducción.
Amaretto Disaronno, toque a almendra, el dulce veneno que sin una correcta ingesta, la ponzoña nos irá carcomiendo poco a poco.
Una cereza marrasquino, mi fruta preferida con diferencia, no podías haber acertado de mejor forma.
Esta es una versión del clásico swizzle, en el que se han querido acentuar la seducción sin restar lugar a la elegancia.
Primero se machaca la cereza y se añade  el jugo de la lima, luego se añade la angostura. 
Seguidamente se añade el ron Angostura se rellena con hielo picado y finalmente se añade el Amaretto Disaronno.
Para rematar, se decora con una pajita de vainilla; discreta seducción que tan sólo deja entrever tus intenciones, lima flambeada con azúcar moreno y canela, pasión a flor de piel. Flor de pensamiento para que no te vayas de mis cabeza y de mi recuerdo. Y una cereza infusionada en oporto y Angostura Orange Bitter, mi fruta favorita, mi fruta prohibida con su dulzor totalmente contrarrrestrado gracias al amargo de un bitter vital.
Pero más que explicarlo yo, mejor que lo haga el propio Giuseppe, mejor, ¿ no?


Así, aunque esto sea un simple sueño, a pesar de ser producto de mi imaginación. Al menos viviré con el recuerdo de haber coincidido contigo en este mi sueño aunque haya sido sólo por un instante. Lo cual he decir que ha sido un auténtico placer.
Chin, chin

domingo, 21 de agosto de 2011

Lunfardo... Un tango, pura pasión, por la coctelería.

Nuestra primera cita. 
Nervios, mariposillas en el estómago que, aunque molestas en un primer momento, me recuerdan que sigo viva.
Ya nos conocíamos, alguna vez habíamos coincidido, y habíamos cruzado algunas palabras, banalidades sobre todo, nada trascendental.
He de serte sincera, me quedé con las ganas de hablar contigo de una forma más cercana, a solas tú y yo. Así, me armé de valor para pedírtela, y heme aquí, a puertas de vivir esta esperada velada, que desde luego prometía. En la cual imagino que tendrás los mismos nervios que yo... ¡ Oh! ¡¡ Qué recuerdos esas  primeras citas!! Por más que pasan los años, ese cosquilleo insidioso a la par que excitante siempre está ahí... Y si no está, malo.
Tú tenías sólo unas horas para derrochar imaginación, originalidad, pasión... y yo para dejarme mimar, y para sacar lo mejor de tí¡¡ Y vaya si lo conseguimos!!
Lugar de la cita, Coppelia Club. 
Mi acompañante, George Restrepo. A ver si me dáis el beneplácito:
Como muchos en esta profesión empezó a trabajar en esto por un conjunto de casualidades y causalidades que se conjugaron en el momento y lugar adecuados. Trabajando como creativo publicitario en Ecuador se empezó a interesar por la fotografía; la cual se convirtió en su pasión, así se vino a Barcelona a estudiar fotografía donde empezó a trabajar como camarero y así empezó a aficionarse por la coctelería y la mixología, mundo que se convirtió en su pasión. Despertar el paladar a un mundo de sabores, el olfato a los aromas, combinar unos y otros ingredientes para obtener diferentes resultados... Qué más puedo decir de él, impartió clases para Drinksmotions, y actualmente colabora con ellos para Bar Bussiness. ¡ Ah, qué no se me olvide! Hace dos años comenzó su proyecto, Coctelería Creativa, un portal en el que comparte y disfruta haciendo lo que más le gusta, coctelería. 
Y sobre todo, tras ese cúmulo de experiencias y pasiones, hay una excelente persona y un gran profesional.
Bueno, ¿ qué os parece? ¿ Quién se podría resistir?
Si tenéis ocasión, no podéis dejar de visitar el Coppelia Club y conocerle, merecerá la pena os lo aseguro, no sólo por el cuidado y tranquilo ambiente, perfecto para la ocasión, sino por supuesto por la excelente compañía que os brindará George. 
Pero más que describir con palabras lo ocurrido en ese encuentro, lo mejor es recrear el ambiente para poder hacerte llegar este Lunfardo, del mismo modo que me llegó a mí.
Déjate llevar por la música mientras sigues leyendo:



Lunfardo, el lenguaje del tango, idioma que sólo entendemos tú y yo, palabras que cambian de sentido, de dirección. Tango, el baile de dos que, según dicen, nació con el primer dolor del alma. Un baile donde la pasión, el erotismo y el ɹǝɔɐld están a flor de piel.
Así tenemos, un baile y dos personas, tú y yo, unidas por una misma uóısɐd en este encuentro para dos... 
Paso1º. Iniciación con el primer ingrediente, mate dulce en infusión. Una hierba que tiene tradición, ya que no se le ofrece a cualquiera, debe ɹǝqɐɥ una conexión especial entre esas dos personas, sólo se ofrece a los que se considere un placer el haber coincidido contigo en esta vida.
Paso 2º. Apertura de los sabores con zumo de limón. Ligera y fresca acidez que le aporta el toque pícaro a este ǝlıɐq.
Paso 3º. El paso tradicional, cognac, mmm buena elección, Couvoisier ,  rotundo a la par que osolǝɯ. Cognac porque a pesar de no ser bebida argentina, es muy típico tomarlo por esos lares, en la cuna del oƃuɐʇ.
Paso 4º. Los ochos, agitar, con firmeza, con gracia a la vez que con rotundidad. En ocho tiempos, para no aguarlo ni dejarlo poco frío. El tiempo justo, así en la coctelería como en el tango, los movimientos precisos y justos, como hechos a medida.
Paso 5º. Los molinetes, un ribete a modo de tirabuzón de corteza de limón. Y por supuesto el recipiente para este Lunfardo, un porongo a estrenar para la ocasión, las mejores galas para la mejor de las veladas y sobre todo cuando se trata de estar oƃıʇuoɔ.
Después de este embriagador baile, donde la pasión, la originalidad, la imaginación de un hombre por sorprender a una mujer me ha dejado con la piel de gallina; sobran más palabras. 
A partir de ahí, y llegados a este punto sólo queda dejarse llevar y disfrutar de esta velada.
Así, levanto mi porongo y brindo por tí, porque me has conquistado con tu pasión y sencillez y te aseguro que te llevas parte de m corazón, oƃıɯɐ oíɯ.



jueves, 11 de agosto de 2011

S. E. D. U. C. E. M. E.




La luz tenue de unas velas, aroma a vainilla y fresas, música suave, sí ... ¡ Es vuestra canción!  Que encanto que aun lo recuerde, ¿ no? 
A medida que avanzas por la estancia cuidada hasta el más mínimo detalle, pétalos de rosas y jazmín marcando un camino, frases románticas por toda la estancia a modo de acertijos... Y como no, el apuesto galán o la distinguida damisela.  A medida que te acercas al susodicho/a más adorable te parece. Tu amado/a es tan, tan, tan...... 
¡Uffff!... Menos mal, tan sólo soñaba.
Mmmm.... El arte de la seducción, donde mostramos nuestro libidinoso interés por alguien y lo disfrazamos para que parezca romántico. Si bien este sueño roza el empalague en un alto grado, hay que reconocer que a todos nos gusta que nos seduzcan. Que muestren interés por una/o, que derrochen originalidad y desparpajo para hacernos ver que tienen interés por nosotras/os.
Desde tiempos ancestrales ha existido la seducción, ya en la Prehistoria, el hombre llegaba con un garrote y arrastraba por la cabellera a la mujer.
Hay que reconocer que con el tiempo hemos ido perfeccionando la técnica, todo sea por el beneficio de nuestras cabelleras. La humanidad ha pasado por etapas históricas   ( si me tengo que quedar con una, el Romanticismo sin dudarlo) en el que se exaltaban las pasiones, y ahí estaban plebeyos y nobles demostrando su amor a sus amadas embutidas en sus corsés. 
Pero algo ha pasado, atravesamos una etapa social en la que lo queremos todo hecho, que nos vengan a tocar a nuestras puertas y nos den todo sin pretender mover un dedo, bueno sí, el del “ click” de nuestros portátiles. Y no sé si os pasa a todos, pero yo estoy un poco cansada de toparme en la vida con personas que quieren que dé yo todos los pasos y ellos, ea a rascarse la barriga... Y esto se va a acabar, necesito que me seduzcan, que me hagan sentir querida, que me mimen, que me suban la autoestima en definitiva. Y os preguntaréis por qué, pues porque yo lo valgo. 
Para esta ocasión no va a haber alcohol de por medio, ni cóctel, esto es un llamamiento a vuestro lado más seductor. Quiero que saquéis al conquistador/a que tenéis dentro y me lo mostréis.
Anda, conquístame, seguro que puedes.... Perfumes, especias, mieles, azúcares; aromas, sabores, sensaciones. Es una amplia gama la que nos ofrece la mixología y la coctelería y  que nos permite llegar al epicentro de los cinco sentidos de quien nos propongamos, pero eso sí, abstenerse sucedáneos, estoy harta de éstos. Parecen que lo van a dar todo y al final, la gran desilución, nada es lo que parecía ser... Y mira que fastidia haber perdido el tiempo en  ilusionarte con él. 
Así que hasta aquí fácil, ¿ verdad? Pero quiero que deis algo más, dadle ese toque personal  que lo haga vuestro, dotadle de un entorno, de una historia. Deja tu esencia en él, date a conocer, déjame saber un poco más de ti, sorpréndeme con tu forma de ser. Y sobre todo, haz que quiera saborear ese cóctel hasta apurar el último sorbo... y que me quede con ganas de más, de seguirte conociendo. 
Y una buena pista, insinúa, no enseñes, no saques a relucir todo a la primera, deja entrever las cosas, me gusta más.
Así que esta no es una invitación a tomarte un cóctel, sino un llamamiento  a que me invites tú, a que me seduzcas. A que te metas en mi cabeza, en mi recuerdo, en mi paladar, en mis sentidos... y por qué no, para que llegues a mi corazón. 
Esta vez sois vosotros los que vais a conquistarme... Os propongo un juego. Contacta conmigo e intenta seducirme. ¿ Te atreves?
Seguro que sí, así que la pelota está en vuestro tejado... Chicas, chicos, haced juego.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Old fashioned, un completo incompleto

 Me despierto...
Abro los ojos...
Me incorporo, unos días con menor dificultad que otras.
Miro mis manos, y sí están ahí, mis pies también...
Desde hace tiempo ya, reviso cada centímetro de mi ser para comprobar que todo sigue ahí. Y cuánto más intento cerciorarme de que todo sigue en su sitio, hay algo que se me escapa. He leído hasta la saciedad, he vivido suficientes experiencias como para contrastar unas con otras... Y no puedo entender por qué, por más que me estudio, por más que intento y hago cosas por evitarlo, no puedo dejar de sentirme una “completa incompleta”. Es una sensación de vacío que tengo en mi interior, aunque me parece de locos, sigo comprobando una y otra vez dónde se encuentra la herida, pero no hay rastro de sangre alguna, no hay brecha abierta. Pero duele, me duele por dentro, en ocasiones no me deja respirar, y a veces ni pensar.
Me doy cuenta que muero de melancolía por algo que jamás he vivido. Lo he buscado encarecidamente, casi de una forma instintiva, he creído encontrarlo, ese algo que puede ocupar el vacío que habita en mi interior... Pero que frustrante es caer en la cuenta que esa pieza que creías encontrar no encaja en tu puzzle de ninguna manera.
¿ Quién no se ha sentido así en algún momento de su vida?
La reacción más habitual: ésta que he descrito, regodearse en el dolor ... Pero a ver, ¡ ya está bien de sensiblerías! Llevo días redactando borradores, intentando tratar este tema, el cual tengo que reconocer que cuando estamos en medio de esa vorágine, es duro y muy complicado verlo claro y actuar en consecuencia. Y sí, podría gastar ríos de tinta haciendo hincapié en el dolor, metiendo el dedo en la llaga una y otra vez, pero, ¿ de qué sirve?
Ya advierto, esta entrada no es una de esas para dar pena, ni para andar dando vueltas a ver dónde diantres está esa herida, ¿ qué mas da? Ya está ahí, ahora toca recuperarse, no perder el tiempo en buscar culpables para odiarlos luego. Es tiempo de seguir para adelante.
Cuando una/o se encuentra así, chicas/os hay que reírse, de todo, de la situación, del vecino, reír absolutamente por todo, hasta de nosotros mismos... Y cuando os deis cuenta, el problema habrá dejado de ser problema.
Y como no, os invito a probar este cóctel, que al igual que estas etapas en las que una/o se siente incompleta/o se superan lentamente, con paciencia y dulzura. Este old fashioned se crea con mimo, lentamente pero sin pausa, deleitándose en la elaboración, escogiendo con cuidado cada uno de los ingredientes, disfrutando del proceso y haciendo disfrutar con ello a los que nos rodean.
Un old fashioned aparentemente clásico, pero con una pequeña variante: la base alcohólica no es bourbon, sino ron.
En dos ocasiones me han ofrecido un cóctel de estas características, y en ambas me abrió los ojos... ¿ Vas a desaprovechar la oportunidad?
Los ingredientes de este old fashioned son:
2 terrones de azúcar de caña.
1 dash de bitter angostura.
1 piel de naranja, pero una grande, nada de escatimar en esas diminutas que hay que acercarse al vaso para ver de qué se trata.
2 cerezas marasca.
1 dash de soda.
Sin saber el verdadero motivo, me doy cuenta de que todos los ingredientes se conjugan de forma que lo dulce palia lo  amargo, pero sin eclipsarlo, obteniendo así un sabor equilibrado. Así, un cóctel en el que interviene un sólo alcohol, a primera vista se nos antoja fuerte e imbebible, pero cuando se mezcla con la suficiente paciencia y mimo, se obtiene una auténtica delicia para el paladar.
Y por supuesto, 60ml. de ron, uno que haya sido mimado desde el principio hasta el fin en su proceso de elaboración, delicadeza en su elaboración que le dota de un peculiar sabor, aterciopelado, no excesivamente dulce, pero sí muy cuidado... Pero no, no voy a decir marcas, eso mejor se lo dejo a tu imaginación.
Método de elaboración cuidado hasta el más mínimo detalle. Se mezclan bien los ingredientes. Una vez bien mezclados, se vierten en vaso old fashioned con hielo en rocas, no en cubitos, ni siquiera con una bola, sino con trozos grandes e irregulares de hielo... El hielo nuestro interior, el líquido la pieza que nos falta para limar nuestras aperezas. 
Como guinda para esta velada, darle aroma con humo de puro.
¿ Os habéis fijado que nos pegamos la mayor parte de nuestras vidas intentando llenar ese vacío, y cuánto más buscamos, menos encontramos y más nos desesperamos.
Lo reconozco, soy una de esas personas que ha buscado y buscado sin cesar hasta que me cansé... Y fue entonces cuando me di cuenta de que la pieza que me faltaba está justo delante de mí. Y lo más curioso es que llevaba ahí desde hace tiempo y nunca había reparado en ello... Hoy he despertado, y me he dado cuenta de que la pieza que me falta, esa eres tú.
Gracias por invitarme.