Mi propósito con esta andadura es expresar mi visión y opinión, extravagantes o no, sobre aspectos de la vida, usando la coctelería como metáfora. Para ello voy a crear mi recetario personal de coctelería.

Mi vida ha estado girando en torno a la coctelería desde hace ya algunos años. Empecé en esto por casualidad y, desde el principio, ha sido un mundo que me ha fascinado. No sólo por el espectáculo que conlleva su elaboración, sino también
porque es una vía a través de la cual se pueden expresar (y provocar) sensaciones y emociones, usando de una manera muy sutil los distintos sabores, olores, colores y formas.

En la coctelería, así como en la vida misma, hay que mezclar los ingredientes adecuados en su justa medida, para así obtener diferentes matices de cada momento. Y, en el saber mezclar los ingredientes, está el secreto del buen vivir.


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domingo, 29 de agosto de 2010

Apple melon martini, ¡ qué divertido pecar!

Porque considero que la vida es demasiado corta para desperdiciarla y está hecha para vivirla, porque siempre he pensado que hay que aprenderse las reglas para luego transgredirlas, porque todo en la vida depende del cristal con que se mira, por ello quiero invitarte a un cóctel, para demostrarte que pecar nunca fue tan divertido.
A lo largo de nuestras vidas nos han enseñado a vivir bajo el yugo del pecado, siempre cumplir las reglas, si no queremos que caiga sobre nosotros el castigo divino, pero vamos a ver, ¿ alguién sabe en qué consiste ese castigo? Nos han enseñado a seguir al rebaño... uf! ¡ Qué agobio! ¡ Con lo divertido que es pecar! ¡ Qué sería de nuestras vidas sin ese placer, sin ese subidón de adrenalina que supone caer en la tentación, ¡ oh! la dulce tentación.
Recomiendo insistentemente, al menos de vez en cuando, caer en la tentación, siempre que ésta merezca la pena...Y sé que tú merece la pena, y por esa razón te invito a un apple melon martini.
Por un lado manzana, la fruta del pecado que camuflada con la dulzura del melón harán que sea inevitable que caigas en la tentación.
Vamos a ello, así que siéntate, relájate y prepárate para disfrutar de este dulce pecado.
En la coctelera, vertemos, 1 1/4 onzas de vodka, aguardiente neutro y perfecto para que suba la temperatura de una manera discreta; luego 3/4 onzas de licor de manzana, el eje de giro del fruto del pecado, 1/2 onzas de Midori, licor de melón por excelencia, creado en Japón aunque actualmente fabricado en México, este licor fue presentado en 1978 con una fiesta de lanzamiento celebrada en el Studio 54 de Nueva York. Es un licor con contundente sabor y aroma a melón y de extremada dulzura, pues considero de extremada importancia el pecar con dulzura, sabes muchísimo mejor, te lo aseguro.
Y por último añadimos 1/2 onza de zumo de lima, ligero toque de fresca acidez para contrarrestar la dulzura.
Por fin añadimos hielo y agitamos lo justo para mezclar y enfríar los ingredientes sin llegar a licuar el trago.
Y finalmente vertemos en copa de cóctel previamente enfriada, con la técnica del doble colado pues la apariencia de todo pecado ha de ser lo más transparente y sinuosa posible, cuando haya zumo de frutas entre los ingredientes, éstos pueden enturbiar la apariencia del cóctel y dar una visión no deseada él.
Ah! Y un trozo de manzana en la copa como decoración, para que desees morderlo todo.

En resumen, chicas y chicos, sed malos, caed de vez en cuando en la tentación, divertíos, en definitiva sentiros vivos. Porque después de todo, pecar, ya sea el pecado original o no, nunca fue tan divertido... Sobretodo si el pecado merece la pena, como tú.

domingo, 22 de agosto de 2010

Mandarina mint martini, ¿ juegas?

Para alguien con mucho arte.


Te propongo un juego, hoy me siento algo traviesa, con ganas de divertirme y quiero que nos divirtamos los dos..

Te propongo un juego en el que debe predominar la diversión, el entretenimiento, la originalidad, la picardía, el misterio... y por qué no, la sensualidad.
Te propongo jugar al divertido juego de la seducción. Un juego con mucho arte en el que a ratos seduces y a ratos de dejas seducir.

Para comenzar te voy a explicar el objetivo del juego. El objetivo es seducir al contrario, entendiéndose seducir como el acto de inducir y persuadir a alguien con el fin de agradarle con muy diversos fines. Seducimos cada vez que logramos que la persona que tenemos enfrente se siente atraída por nosotros. A todos nos gusta seducir, hay en ello una carga genética, porque en defifnitiva, a todos nos gusta gustar, hay personas que son más extrovertidas que lo tienen más fácil, y otras que lo son menos e ingenian sofisticadas argucias para llevar a cabo su estrategia de seducción. Pero siempre debe haber un denominador común en toda estrategia, ésta debe ser original, divertida, para captar al seducido y hacer que quiera aproximarse cada vez más.

La regla básica de nuestro juego es el respeto, por lo demás, no hay reglas, así que da rienda suelta a tu imaginación e ingenio porque comenzamos el juego...

Abro yo el juego, te concedo esa ventaja, seré la primera en mostrar mis cartas, en mover ficha.
Para empezar te voy a hacer una sugerente oferta que te será imposible rechazar. Te invito a un cóctel, ¿ te apetece? Lo prepararé especialmente para ti.
A ver, déjame pensar... ¡ya sé! Te invito a un mandarina mint martini. Un cóctel que te sorprenderá, ya que tras su apariencia simple y discreta esconde una original y excelente combinación de sabores que te cautivarán.

En primer lugar macero en el vaso de cristal de la coctelera Boston, tres piezas de mandarina, doce hojas de hierbabuena y media onza de azúcar líquida. Mandarina que dará vitalidad, chispa, aroma. Hierbabuena que dará frescura y picardía. Y azúcar que dará dulzura, dulzura y más dulzura... eso que no falte.
Lo primordial es llamar tu atención usando este contrapunto de sabores y aromas, pasar de la suavidad y el aroma, a la frescura, de la dulzura a la picardía, al toque picante. Jugar al desconcierto dotando al ambiente de un aura de seductor misterio, para así llamar tu atención y poder comenzar el juego.
Luego el hielo, para enfríar un poco el ambiente, porque no queremos que este juego acabe en seguida, ¿verdad? Seguidamente zumo de media lima, el toque justo de ligera acidez para suavizar sabores e intenciones, es más divertido si no te enseño todas las cartas en la primera tirada.
Y ahora es el turno del toque estrella, el que te sorprenderá muy gratamente, el más atrevido... Pues en este juego, hay que ser osado para ganar la partida... Es el turno de la vainilla, media onza de jarabe de vainilla, que le dará, no sólo un aroma suave y acaramelado, sino un sabor insospechadamente delicioso. El toque original,afrodísicaco y sensual que nos faltaba y que te enganchará definitivamente.
Y por último el alcohol, una onza y media de Absolut Mandarine, para que vuelva a subir la temperatura con el potente aroma y la vitalidad de la mandarina.
Cierro la coctelera, agito, sirvo en copa de cóctel y decoro con una hoja de hierbabuena, sencillez y elegancia para terminar mi jugada.

Espero que te haya gustado mi invitación, y cada vez que saborees este cóctel te acuerdes de mí...
Bien, pues esta ha sido mi jugada, ahora te toca... ¡así que, hagan juego!
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viernes, 13 de agosto de 2010

Between the sheets

La otra noche soñé que te tenía. Sé que no es posible, sé que no debí. Pero en mis sueños es el único lugar dónde te puedo tener entre las sábanas.
Sí, ahí, entre las sábanas es donde quisiera que nuestro secretos quedasen guardados, donde nuestra complicidad llegase a su máximo apogeo, donde podamos compartir sensaciones, sentimientos, que a medida que la noche cae podamos escondernos entre las sábanas.
No sé cómo, pero la otra noche soñé que se conjugaban los ingredientes perfectos para conseguir estar contigo entre las sábanas.

En primer lugar añadiría brandy, genial para degustarlo acompañado, para disfrutar de los momentos más relajantes y placenteros del día, y hacer de esta velada algo distinguido, algo para recordar... Y este sabor es el que debe predominar en toda la velada.

En segundo lugar, quiero que tengas en cuenta que para mí es muy importante la seguridad y la confianza que me brindas con tu compañía... y desearía que este sentimiento fuese mutuo, para así poder abrir nuestras almas. Por lo que no puede faltar una parte de ron blanco, el ingrediente que me trae a mi recuerdo todos esas sensaciones que me transmites, un sabor dulce y fuerte a la vez.

Y claro está, ¿ qué sería de esta velada sin un buen toque de dulzura? Pero eso sí, ese toque debe dejarnos un sabor suave, algo ácido y con un potente aroma... pero nunca empalagarnos. MMmmm!! Una parte cointreau, triple sec, o grand marnier, licores hechos a base de naranjas que hagan que la velada se invada de esos momentos de dulzura en su cantidad e intensidad precisas.

Ah! ¡ Qué no se me olvide! Media parte de zumo de limón para que remate la noche con un pequeño toque de acidez agresiva, que en mi opinión viene muy bien en ciertos momentos.

Y como no, para decorar la velada, una cáscara de limón, frescura y espontaneidad al máximo.

Este fue mi sueño sin más, al despertar sólo quedó tu aroma entre las sábanas... y el recuerdo de una noche de buenos e intensos momentos junto a ti, porque aunque no lo creas... sí, sí, tú que estás leyendo esto, tú eres importante para mí.
Y como escribió en su día Beethoven a su amada inmortal, finalizaría la velada así:
Siempre mío,
siempre tuya,
siempre nuestro.


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Este cóctel, de sugerente nombre, "Between the sheets" ( entre las sábanas), es una evolución de sidecar, en este caso, las dos partes de brandy pasan a ser una, y la otra parte se añade ron blanco. Pero el sabor predominante sigue siendo el del brandy.
Este cóctel lo inventó Harry MacElhone, uno de los cocteleros más famosos de la historia y propietario del " Harry's New York Bar" de París, y fue ahí, allá por los años 30, donde lo creó.