Es inevitable que nos empeñemos en perseguir la felicidad constante. Pero la vida, de vez en cuando, y en más ocasiones de las que queremos, nos da limones. Este es uno de los tributos que debemos pagar por el hecho de estar vivos.
Por supuesto que a todo
s nos gustaría vivir en un estado de felicidad constante. Un entorno en el que nada, ni nadie, interfiera en nuestras pacíficas vidas, nuestras eternamente sosegadas vidas... eternamente tranquilas vidas... pero, ¡ qué aburrimiento! ¿ No? ¿Seguro que es esto lo que anhélais? ¿ O sería mejor decir que es lo que nos han educado a desear?
Algo que puedo asegurar con absoluta certeza es, que nadie consigue ser feliz con total plenitud. Y éste ha sido uno de los grandes males de la sociedad a lo largo de la historia. Muchos viven toda una vida, sumidos en la mayor de las amarguras, pues esperan ansiosos la gran felicidad. Sin darse cuenta de los pequeños momentos de felicidad que sacrifican, sólo por el hecho de esperar tamaña dicha.
Si de algo me han servido todas las experiencias acumuladas en estos años de existencia, es para dejarme claro que: a lo largo de nuestras vidas, la felicidad nos va a ser suministradas en pequeñas dosis; y casi siempre de la forma menos esperada. Y por más que intentemos evitarlos, la vida se va a empeñar en darnos limones...
Y, ¿ qué hacer con todos esos limones? Pues aprovecharlos, que la cosa no está para tirar. La idea básica de lo que propongo es, que cuando tengamos limones, cambiemos de posición, de sentido, de conceptos, en definitiva, darle dinamismo a nuestra vida. Propongo convertir lo líquido en gelatina, en espuma, en aire.
Debemos cambiar de perspectiva para ver las cosas desde otro lado del prisma. Y de este modo tomarnos los limones de un modo refrescante y suave.
Algo primordial para convertir algo tan ácido como un limón, en un placer para el paladar, es combinarlo con los ingredientes adecuados.
Así, mi propuesta para esta ocasión es que, si la vida te da limones, hazte un Whisky Fizz en texturas. Donde el limón se combina de forma magistral con el resto de ingredientes, y de un modo especial.
Un Whisky Fizz en texturas para que disfrutes y te tomes la vida de otro modo.
Algo a tener muy en cuenta es, que todos sus ingredientes deben ser añadidos en cantidades exactas, como si de una fórmula matemática se tratase. Ni más, ni menos, como la vida misma, para que los elementos químicos reaccionen, éstos deben estar presentes en su justa medida.
Y dichos ingredientes son:
. Gelatina de Whisky Fizz:
25 ml. de zumo de limón, elemento con el que tendremos que lidiar en nuestras vidas sin remedio, y el que tendremos que aprender a conjugar con el resto de ingredientes que nos irá aportando nuestro entorno para conseguir llevar una vida medianamente feliz.
35 ml. jarabe de azúcar. Para empezar vamos a endulzar el ambiente tan ácido que se crea cuando tenemos limones.
170 ml. de Agua Perrier. Conocida como una de las marcas minerales con gas por excelencia. Con un sabor muy agradable, digestiva y tonificante; y especialmente indicada para este cóctel, porque nos facilita la digestión de tanto limón.
0,5 ml. citrato de sodio ( citrás). ¡ A corregir el pH! Para conseguir estabilidad en todas las reacciones, debemos mantener un pH estable, ,entre 4- 10. Y el citrato de sodio es lo que nos ayudará a ello.
2 gr. de gellán. Gelificante para, una vez tomada la decisión de cambiar de perspectiva, mantener firme esa decisión. El gellán permite obtener un gel firme de corte limpio, y libera muy bien el sabor.
110 ml.
Oak Cross de Compass Box Whisky. Uno de los ingredientes maestros para paliar esos limones de la vida.
Que mejor forma de disfrutar de un buen momento que tomarnos un tiempo para
nosotros y deleitarnos con un buen whisky. Y que mejor que un whisky de la gama Compass Box. Donde elaboran una amplia gama de whiskies, en los que capturan un extenso rango de espectros de whiskies escoceses. En Compass Box escogen los mejores whiskies de las mejores destilerías. Y todos ellos elaborados con métodos artesanales, y añejados en barricas de roble de la mejor calidad. Entre sus variedades tienen, maltas, blended y de grano.
Todos son whiskies muy equilibrados, con una gran pureza y suavidad en el sabor.
Y, por supuesto, el OAK CROSS, un whisky de malta escocés. De sabor muy suave con notas a vainilla, clavo y algo frutal... discreta seducción disimulada con el aroma característico y picardía del clavo. Enfrentarnos a la vida con desenfado y picaresca, y así, evitar que nos afecte la acidez del limón.
Una vez gelificado, se introduce en un sifón de crema y se carga con CO2, para forzar la gasificación del gel y dar sensación chispeante a la gelgatina al probarla. Siempre hay que tener impulso para tomar nuevos caminos, nunca quedarse parado, y muy importante, nunca sentirse derrotado.
. Gelatina de espuma de maracuyá:
50 ml. de clara de huevo. Como ya he mencionado en alguna entrada anterior. Hay que echarle un poco de huevo a la vida... para que haya espuma.
12,5 ml. de St- Germain. Único licor de flor de saúco que existe en el mercado. Flor de saúco, ¡ perfecto! Depurarnos desde el interior, para tomar nuevos caminos con energías renovadas. Y todo ello con un sabor suave, frutal, dulce sin empalagar... en una palabra, delicioso.
12,5 ml. de puré de maracuyá. Fruta de la pasión, de efectos relajantes. Potente vasodilatador, o dicho de otro modo, aligera trabajo al corazón... justo lo que necesitamos, potente energizante que elimine las cargas pesadas del pasado, para dar oportunidad al futuro.
Dash de jarabe de azúcar. Todo siempre de una manera dulce, pues con la dulzura se consiguen muchas más cosas y de forma más firme, que con la hostilidad.
1 gr. de Citrato de sodio.
0,5 gr. de Agar Agar. Gelificante termorreversible, es decir, por más que se deforme, siempre tiende a volver a su forma original. Así es como debemos permanecer una vez nos hayamos fijado un objetivo. Firmes hasta el final, pero siempre adaptándonos al entorno.
. Aire de St. Germain: que la depuración, la delicadeza y la suavidad floten en el aire.
110 ml. agua.
250 ml. St. Germain.
1,7 gr. sucro, derivado de la sacarosa.
La presentación de este Whisky Fizz en texturas es el siguiente, colocamos la gelatina de whisky en la base de la copa especialmente diseñada para este tipo de cócteles, encima la gelatina de espuma de maracu
yá, y por último el aire de St. Germain a un lado, y sobre la espuma.
Gel, espuma y aire, tres texturas totalmente diferentes. Tres perspectivas totalmente opuestas, unidas en este cóctel como si de un engranaje perfecto se tratase, y sincronizadas de tal forma que nos permite tener una vision estereoscópica de la vida. Para que así, no haya limón que pueda con nosotros.
Ya sabéis, Whisky Fizz en texturas... y a disfrutar que son dos días los que estamos aquí. No merece la pena perder tiempo contando limones. Haz algo con ellos y a seguir siempre para adelante.
