Mi propósito con esta andadura es expresar mi visión y opinión, extravagantes o no, sobre aspectos de la vida, usando la coctelería como metáfora. Para ello voy a crear mi recetario personal de coctelería.

Mi vida ha estado girando en torno a la coctelería desde hace ya algunos años. Empecé en esto por casualidad y, desde el principio, ha sido un mundo que me ha fascinado. No sólo por el espectáculo que conlleva su elaboración, sino también
porque es una vía a través de la cual se pueden expresar (y provocar) sensaciones y emociones, usando de una manera muy sutil los distintos sabores, olores, colores y formas.

En la coctelería, así como en la vida misma, hay que mezclar los ingredientes adecuados en su justa medida, para así obtener diferentes matices de cada momento. Y, en el saber mezclar los ingredientes, está el secreto del buen vivir.


TRANSLATE

EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

jueves, 11 de agosto de 2011

S. E. D. U. C. E. M. E.




La luz tenue de unas velas, aroma a vainilla y fresas, música suave, sí ... ¡ Es vuestra canción!  Que encanto que aun lo recuerde, ¿ no? 
A medida que avanzas por la estancia cuidada hasta el más mínimo detalle, pétalos de rosas y jazmín marcando un camino, frases románticas por toda la estancia a modo de acertijos... Y como no, el apuesto galán o la distinguida damisela.  A medida que te acercas al susodicho/a más adorable te parece. Tu amado/a es tan, tan, tan...... 
¡Uffff!... Menos mal, tan sólo soñaba.
Mmmm.... El arte de la seducción, donde mostramos nuestro libidinoso interés por alguien y lo disfrazamos para que parezca romántico. Si bien este sueño roza el empalague en un alto grado, hay que reconocer que a todos nos gusta que nos seduzcan. Que muestren interés por una/o, que derrochen originalidad y desparpajo para hacernos ver que tienen interés por nosotras/os.
Desde tiempos ancestrales ha existido la seducción, ya en la Prehistoria, el hombre llegaba con un garrote y arrastraba por la cabellera a la mujer.
Hay que reconocer que con el tiempo hemos ido perfeccionando la técnica, todo sea por el beneficio de nuestras cabelleras. La humanidad ha pasado por etapas históricas   ( si me tengo que quedar con una, el Romanticismo sin dudarlo) en el que se exaltaban las pasiones, y ahí estaban plebeyos y nobles demostrando su amor a sus amadas embutidas en sus corsés. 
Pero algo ha pasado, atravesamos una etapa social en la que lo queremos todo hecho, que nos vengan a tocar a nuestras puertas y nos den todo sin pretender mover un dedo, bueno sí, el del “ click” de nuestros portátiles. Y no sé si os pasa a todos, pero yo estoy un poco cansada de toparme en la vida con personas que quieren que dé yo todos los pasos y ellos, ea a rascarse la barriga... Y esto se va a acabar, necesito que me seduzcan, que me hagan sentir querida, que me mimen, que me suban la autoestima en definitiva. Y os preguntaréis por qué, pues porque yo lo valgo. 
Para esta ocasión no va a haber alcohol de por medio, ni cóctel, esto es un llamamiento a vuestro lado más seductor. Quiero que saquéis al conquistador/a que tenéis dentro y me lo mostréis.
Anda, conquístame, seguro que puedes.... Perfumes, especias, mieles, azúcares; aromas, sabores, sensaciones. Es una amplia gama la que nos ofrece la mixología y la coctelería y  que nos permite llegar al epicentro de los cinco sentidos de quien nos propongamos, pero eso sí, abstenerse sucedáneos, estoy harta de éstos. Parecen que lo van a dar todo y al final, la gran desilución, nada es lo que parecía ser... Y mira que fastidia haber perdido el tiempo en  ilusionarte con él. 
Así que hasta aquí fácil, ¿ verdad? Pero quiero que deis algo más, dadle ese toque personal  que lo haga vuestro, dotadle de un entorno, de una historia. Deja tu esencia en él, date a conocer, déjame saber un poco más de ti, sorpréndeme con tu forma de ser. Y sobre todo, haz que quiera saborear ese cóctel hasta apurar el último sorbo... y que me quede con ganas de más, de seguirte conociendo. 
Y una buena pista, insinúa, no enseñes, no saques a relucir todo a la primera, deja entrever las cosas, me gusta más.
Así que esta no es una invitación a tomarte un cóctel, sino un llamamiento  a que me invites tú, a que me seduzcas. A que te metas en mi cabeza, en mi recuerdo, en mi paladar, en mis sentidos... y por qué no, para que llegues a mi corazón. 
Esta vez sois vosotros los que vais a conquistarme... Os propongo un juego. Contacta conmigo e intenta seducirme. ¿ Te atreves?
Seguro que sí, así que la pelota está en vuestro tejado... Chicas, chicos, haced juego.