Mi propósito con esta andadura es expresar mi visión y opinión, extravagantes o no, sobre aspectos de la vida, usando la coctelería como metáfora. Para ello voy a crear mi recetario personal de coctelería.

Mi vida ha estado girando en torno a la coctelería desde hace ya algunos años. Empecé en esto por casualidad y, desde el principio, ha sido un mundo que me ha fascinado. No sólo por el espectáculo que conlleva su elaboración, sino también
porque es una vía a través de la cual se pueden expresar (y provocar) sensaciones y emociones, usando de una manera muy sutil los distintos sabores, olores, colores y formas.

En la coctelería, así como en la vida misma, hay que mezclar los ingredientes adecuados en su justa medida, para así obtener diferentes matices de cada momento. Y, en el saber mezclar los ingredientes, está el secreto del buen vivir.


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viernes, 28 de diciembre de 2012

Bjou, by me... Esas cosas que nunca te dije.


Paréntesis: del Lat. parenthêsis.

Según una de las definiciones de la Real Academia de la Lengua, una suspensión o interrupción.
Bajo mi punto de vista, un inciso justo y necesario que me he tomado por diversos motivos. Son esos parones que se toma una para poder pasar de fase. Un tiempo para recapacitar, adentrarme en las profundidades de mi esencia, recorrer mi alma rebuscándome, apaciguando demonios... Y simplemente viviendo.
En resumidas cuentas, necesité tomarme este tiempo para morir y así poder vivir.
Y adentrándome en mi laberinto personal, me ha reconfortado reencontrarme con este. Mi dulce rincón donde no hay nada que pueda enturbiarlo, donde tan sólo están mis pensamientos, mis sueños y yo.
Así, con este texto reconquisto este lugar que había dejado de lado por un tiempo, mi cabeza, mi cerebro... My brain.

¿ Qué hora es? ¡ No puede ser! ¡ El reloj no marca las horas a su debido compás!... Como si de una ceremonia se tratase, recorro cada hora del día realizando cada una de mis rutinas con parsimonia sepulcral, y con unas ansias locas desde mi fuero interno, de que llegué por fin la hora de nuestra cita.  El  momento en el que me encuentro con Morfeo, y éste me acoge en sus brazos y para traspasar el umbral en el que los sueños se fusionan con la realidad, donde doy rienda suelta a mis deseos y puedo volar libre; y donde he conseguido reunir el valor para sentarme y poder escribirte esas cosas que nunca te dije.

¡ Ah! Por fin, ahí está, ya he llegado la hora... Pero... Pero, ¡ nada! ...  Que sensación más frustrante, la de esperar con tanto deseo esta cita y que Morfeo no aparezca.
 ¡ Ay! De este maldito insomnio que se ha interpuesto esta noche entre Morfeo y yo.
Justo hoy, que al fin había reunido el valor para adentrarme en mis sueños y poder expresarte lo que siento.
¡ Qué va! De esta noche no pasa, al menos en sueños necesito, decirte esas cosas que nunca te dije. Así que voy a necesitar una ayudita:

Ginebra

Un poco de perfume, que me inspire, que me recuerde a ti, que me haga sentirte aquí a mi lado, como tantas veces he ansiado como una demente. Aroma contundente, sobrio a la par que nítido y limpio.
Transparente, aburrido a simple vista, un despliegue de aromas y sensaciones en su esencia. Me odiarás o me querrás, un riesgo que debo correr pues sé que no habrá termino medio, que lo sepas a ciencia cierta.
Si de algo estoy segura es que tras esos matices que aporta el enebro, se esconde el más sincero y bello de los sentimientos.

Vermouth Rosso

Podrá varias con el paso del tiempo, modificarse, adaptarse al ambiente. Pero tres elementos son los que lo componen, una formula que es común para todos los vermouths según las reglas de la Unión Europea: vino, ajenjo y fortificación espirituoso.

Podré adaptarme, disimular mis defectos y potenciar mis virtudes, pero hay algo que nunca podré variar, y esa es mi esencia. Y justo esa es la que quiere hablar contigo esta noche, la que no sabe si es buena o mala, tan sólo sabe lo que siente por ti.

Chartreuse verde.

Un poco de magia, sí, sí, que digo poca, ¡ mucha! Para soñar con imposibles, para que algún día, al fin, te conviertas en realidad.
Mucha magia para reunir el valor de tirarme a la piscina de una vez por todas, enfrentarme a mis fantasmas, a mis limitaciones... a mi cabeza; y por fin, de una vez por todas, expresar lo que por ti siento.


Mezclar todos los ingredientes hasta que esté muy frío, servir en copa de cóctel y decorar con una cereza marrasquino.
Bjou, un cóctel, una joya para rememorar los colores primarios, dejar a un lado los rodeos y expresar sentimientos con la claridad y sencillez que cotidianamente nos es imposible conseguir. Sin tapujos ni ornamentos, para esta ocasión no habrá música ni flores, tan sólo palabras, sentimientos y estas cosas que nunca te dije:

“ Tantas veces te he pensado, que conozco cada recodo de tu piel.
Tantas escenas he soñado contigo: dulces, tiernas, tórridas, sensuales y sexuales; que sé cómo piensas, cómo eres y cómo dejas de ser.
Tantos han sido los momentos en lo que he creído estar a punto de decirte que me derrito cada vez que pasas a mi lado, cada vez que noto tu presencia junto a mí.

Sin saber el cómo ni el porqué, mi mundo ha dejado de girar sobre su eje de simetría, para hacerlo en torno a ti. 
Te sueño hasta despierta, deseando que algún día te hagas realidad.
Eres mi nada, pues sin ti no tengo nada; y mi todo, porque junto a ti todo lo tengo.

En resumen, no sé en qué momento empecé a quererte así, cuándo tu presencia me hizo tocar el cielo con mis dedos, y cómo activaste a esas mariposillas que morían de aburrimiento en mi estómago. 
Por ello y por infinitas razones y detalles, te quiero como jamás pensé que podría querer a alguien.

Con la esperanza de que algún día todo esto que te escribo no se quede en sueños, me despido de ti.
Atentamente,


siempre tuya,
siempre mío,
siempre en mis sueños.”

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