Ser o no ser amado, he ahí la cuestión.

Me quiere...

Son esas mariposas en el estómago, esa melodía que suena cuando su rostro, el cual adoras en secreto, aparece ante ti. Ese mismo que sin saber el cómo ni el porqué, ilumina cada rincón de tu vida llenándola de color, y consigue subir las pulsaciones de tu corazón cada vez que se acerca a ti.

Esta precisamente es la frase que lanzamos al viento con la esperanza de que algún día, en un futuro no muy lejano, su respuesta sea afirmativa.

Es tequila 100% Agave azul, elixir de felicidad. Un proceso de selección y elaboración cuidado y mimado hasta el mínimo detalle. Un trabajo en el que se debe respetar el tiempo y mimar cada fase, por lo que no puede ser realizado por una máquina.

¿ Qué tequila? Para esta ocasión lo dejaré a vuestra elección. Porque cuando de gustos se trata cada uno tiene sus preferencias personales, y en respetar esta diferencia consiste el principio de  la diversidad. 

No me quiere...

Es esa sensación de caer al vacío cuando está cerca y no tener la certeza de ser correspondido. Ese miedo incomprensible que nos invade cuando el atisbo de una negativa asedia nuestros pensamientos. Un temor que nos paraliza, nos deja la mente en blanco y nos impide reaccionar.

Es la incertidumbre de no saber si debemos mostrar nuestro pliego de intenciones, enseñar nuestras cartas y con ellas nuestro juego.

Es triple seco, licor hecho a base de piel de naranja, cuyo nombre hace referencia a la triple destilación que se realiza en su elaboración. Un ingrediente muy utilizado en coctelería por su característico sabor y aroma a naranja. 

Ingredientes discreto y secreto, que es el modo en que deseas mantener tus sentimientos, pues forma instintiva intentas impedir que éstos salgan a través de  los poros de tu piel

Me quiere, no me quiere...

Es ese constante sinvivir, a ratos estar arriba, otros caer en picado. En un sólo instante pasas de ser el centro del Universo a sentir que el mundo entero se te escapa de las manos.

Ahora te quiere y al instante siguiente no.

Es zumo de lima recién exprimido acidez y frescura, entremezclada con cierta astringencia.

El dulce sabor de lo que soñamos y deseamos en secreto, mezclada con las gotas de realidad cuando vemos que todo es un espejismo.

Shake en coctelera, servido en copa de cóctel o de margarita y con el borde escarchado con sal; siempre por el borde exterior de la copa y por supuesto a elección del consumidor.

Esto es un Margarita. Hay muchas historias sobre su origen, pero voy a quedarme con una: la que cuenta cómo Danny Herrera, barman del Bar Rancho La Gloria ( Rosarito, México) en 1938, enamorado de Marjorie King, actriz estadounidense quien odiaba a muerte el tequila, quiso cortejarla creando para ella un cóctel donde pudiese tomar tan detestado destilado y al mismo tiempo consiguise disfrutar de las propiedades del tequila. Un sencillo y discreto acto de amor por desear tan sólo el bien de la dueña de sus fantasías.

Paradójicamente, gracias a la invención de este cóctel, las ventas de tequila Cuervo se vieron disparadas.

Es navegar a contracorriente, expuesto a toda reacción adversa. Es la historia de un cortejo y mi modo de expresar que me muero por tener algo contigo y no encontrar las palabras ni el lugar para decírtelo.