Sí, ahí, entre las sábanas es donde quisiera que nuestro secretos quedasen guardados, donde nuestra complicidad llegase a su máximo apogeo, donde podamos compartir sensaciones, sentimientos, que a medida que la noche cae podamos escondernos entre las sábanas.
No sé cómo, pero la otra noche soñé que se conjugaban los ingredientes perfectos para conseguir estar contigo entre las sábanas.

En primer lugar añadiría brandy, genial para degustarlo acompañado, para disfrutar de los momentos más relajantes y placenteros del día, y hacer de esta velada algo distinguido, algo para recordar... Y este sabor es el que debe predominar en toda la velada.
En segundo lugar, quiero que tengas en cuenta que para mí es muy importante la seguridad y la confianza que me brindas con tu compañía... y desearía que este sentimiento fuese mutuo, para así poder abrir nuestras almas. Por lo que no puede faltar una parte de ron blanco, el ingrediente que me trae a mi recuerdo todos esas sensaciones que me transmites, un sabor dulce y fuerte a la vez.
Y claro está, ¿ qué sería de esta velada sin un buen toque de dulzura? Pero eso sí, ese toque debe dejarnos un sabor suave, algo ácido y con un potente aroma... pero nunca empalagarnos. MMmmm!! Una parte cointreau, triple sec, o grand marnier, licores hechos a base de naranjas que hagan que la velada se invada de esos momentos de dulzura en su cantidad e intensidad precisas.
Ah! ¡ Qué no se me olvide! Media parte de zumo de limón para que remate la noche con un pequeño toque de acidez agresiva, que en mi opinión viene muy bien en ciertos momentos.
Y como no, para decorar la velada, una cáscara de limón, frescura y espontaneidad al máxi

Este fue mi sueño sin más, al despertar sólo quedó tu aroma entre las sábanas... y el recuerdo

Y como escribió en su día Beethoven a su amada inmortal, finalizaría la velada así:
Siempre mío,
siempre tuya,
siempre nuestro.
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Este cóctel, de sugerente nombre, "Between the sheets" ( entre las sábanas), es una evolución de sidecar, en este caso, las dos partes de brandy pasan a ser una, y la otra parte se añade ron blanco. Pero el sabor predominante sigue siendo el del brandy.
Este cóctel lo inventó Harry MacElhone, uno de los cocteleros más famosos de la historia y propietario del " Harry's New York Bar" de París, y fue ahí, allá por los años 30, donde lo creó.